Reconozco que mi terrible temor a la fìsica y a la química determinó que prefiriera estudiar Humanidades a Ciencias en el antiguo Ciclo Diversificado de mi querido Colegio San Vicente de Paúl de Maracaibo. Eso me impidió ver clases con el carismático, temido, y extrovertido Profesor Negrón. Negrón era un tipo blanquísimo, alto y panzón, siempre perfectamente afeitado y peinado, tenía un aroma a lavanda particular, al menos para mi. Pero lo mas llamativo de Negrón, como gustaba le llamáramos, era su personalidad; un chiste fino a flor de labios, la palabra adecuada en el momento justo. No fui su alumno, pero no pude evitar acercarme a él permanentemente como la mayoría de sus alumnos en los recreos y las actividades extras; escuchar sus cháchara y sus imitaciones de los padres paules era una delicia, un momento que, con el tiempo, nos damos cuenta es imborrable. Negrón hacía en clase lo que le daba la gana, tenía un método particular de enseñanza, que lo hacia querido y a l...